Cómo hacer una manzanilla: el paso a paso para disfrutar de esta deliciosa infusión

La manzanilla es una hierba medicinal muy popular que se utiliza en diversas culturas desde hace miles de años. Además de su agradable sabor y aroma, la manzanilla tiene numerosos beneficios para la salud, como aliviar los problemas digestivos, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. En este artículo te enseñaremos cómo hacer una deliciosa taza de manzanilla casera para que puedas disfrutar de sus propiedades terapéuticas en la comodidad de tu hogar.

Ingredientes necesarios

• 1 cucharada de flores de manzanilla secas
• 1 taza de agua caliente
• Opcional: miel o limón para endulzar

Paso a paso

Paso 1: Preparar el agua caliente

El primer paso para hacer una deliciosa infusión de manzanilla es calentar el agua. Puedes utilizar una tetera o simplemente calentar una taza de agua en el microondas o en la estufa. Asegúrate de que el agua esté bien caliente, pero no hirviendo.

Paso 2: Agregar las flores de manzanilla

Una vez que tengas el agua caliente, coloca las flores de manzanilla en una taza. Puedes utilizar una cucharada de flores de manzanilla secas, aunque si no las tienes a mano también puedes utilizar bolsitas de té de manzanilla. Añade las flores a la taza y luego vierte el agua caliente sobre ellas.

Paso 3: Dejar reposar

Ahora es el momento de dejar que las flores de manzanilla se infusionen en el agua caliente. Deja reposar la taza tapada durante unos 5 minutos para que los aceites esenciales y los compuestos beneficiosos se liberen en el agua.

Paso 4: Endulzar al gusto

Una vez que haya transcurrido el tiempo de reposo, puedes endulzar tu infusión de manzanilla si lo deseas. Puedes agregar una cucharada de miel para obtener un toque de dulzura natural o unas gotas de limón para realzar el sabor. Sin embargo, la manzanilla también es deliciosa por sí sola, por lo que no necesariamente se requiere endulzarla.

Paso 5: Disfrutar de tu manzanilla casera

Por último, simplemente disfruta de tu taza de manzanilla recién hecha. Puedes tomarla caliente o dejarla enfriar y beberla fría como una refrescante bebida en los días calurosos. Además, puedes preparar varias tazas de manzanilla y guardarlas en el refrigerador para disfrutarlas a lo largo del día.

Conclusion

Hacer una taza de manzanilla casera es muy sencillo y rápido. Con solo un puñado de flores de manzanilla y agua caliente, puedes preparar una bebida saludable y deliciosa que te ayudará a relajarte y disfrutar de sus propiedades medicinales. Así que la próxima vez que necesites un momento de calma y bienestar, no dudes en prepararte una taza de manzanilla. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.

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