Cómo hacer una piscina natural en tu jardín: ¡Una opción refrescante y ecológica!

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¿Te imaginas tener una piscina en tu propio jardín que no solo te brinde momentos de diversión y refrescante baño, sino que también sea amigable con el medio ambiente? Las piscinas naturales se han convertido en una alternativa cada vez más popular dentro del mundo de la arquitectura paisajista y la construcción sostenible. En este artículo, te guiaremos paso a paso en el proceso de cómo hacer una piscina natural en tu jardín, para que puedas disfrutar de un oasis acuático en total armonía con la naturaleza.

¿Qué es una piscina natural?

Una piscina natural es un cuerpo de agua construido artificialmente en tu jardín, pero diseñado para imitar las características y beneficios de las piscinas naturales. A diferencia de las piscinas convencionales, que utilizan productos químicos para el mantenimiento y la desinfección del agua, las piscinas naturales emplean filtros y sistemas de purificación que se basan en la acción de las plantas acuáticas y los microorganismos para mantener el agua cristalina y saludable.

Las piscinas naturales se dividen en dos zonas principales: la zona de baño y la zona de regeneración. La zona de baño es donde puedes nadar y disfrutar del agua, mientras que la zona de regeneración está destinada a albergar las plantas y los microorganismos que purificarán el agua de forma natural. Estas zonas se conectan mediante un sistema de filtración que permite que el agua fluya de manera continua.

Paso 1: Diseño y planificación

Antes de empezar a construir tu piscina natural, es fundamental realizar una planificación detallada y diseñar el proyecto. Toma en cuenta el tamaño de tu jardín, la topografía del terreno, la cantidad de luz solar, la disponibilidad de agua y otros factores relevantes. Es importante establecer un presupuesto y definir los materiales que utilizarás para la construcción. Puedes buscar la asesoría de un paisajista o diseñador de piscinas para ayudarte en esta etapa.

Recuerda que las piscinas naturales pueden adaptarse a diferentes estilos de jardines, desde los más rústicos y naturales hasta los más modernos y minimalistas. Decide si quieres integrar elementos como cascadas, rocas o zonas ajardinadas a tu diseño y ten en cuenta el espacio disponible para ellos.

Paso 2: Excavación y construcción de las zonas

Una vez que hayas definido el diseño de tu piscina, es momento de comenzar con la excavación y la construcción de las diferentes zonas. Primero, marca la ubicación de tu piscina en el terreno y excava. Recuerda que, además de la zona de baño y la zona de regeneración, necesitarás espacios adicionales para la instalación de los sistemas de filtración y bombeo de agua.

Durante la excavación, es importante tener en cuenta la profundidad necesaria para la zona de baño, que suele variar entre 1,5 metros y 2 metros. La zona de regeneración puede tener una profundidad menor, de alrededor de 0,5 metros. Asegúrate de que los bordes de tu piscina sean suaves y naturales, evitando ángulos pronunciados.

Una vez que hayas terminado la excavación, es hora de construir las diferentes zonas. En la zona de baño, utiliza materiales como piedras naturales o revestimientos de gresite para darle un acabado estético y seguro. En la zona de regeneración, crea diferentes niveles para colocar los diferentes tipos de plantas acuáticas y asegúrate de dejar espacio suficiente para que las raíces puedan crecer y absorber los nutrientes del agua.

Paso 3: Instalación del sistema de filtración y circulación de agua

Una vez que hayas construido las zonas de tu piscina natural, es momento de instalar el sistema de filtración y circulación del agua. Este sistema será responsable de mantener el agua limpia y en constante movimiento, evitando la proliferación de algas y microorganismos nocivos.

Existen diferentes opciones de sistemas de filtración para piscinas naturales, como los sistemas de skimmer, los sistemas de filtración por gravedad o los sistemas de filtración subacuáticos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, así que investiga y decide cuál se adapta mejor a tu proyecto.

Independientemente del sistema que elijas, asegúrate de que la circulación del agua sea constante y que el sistema de filtración cumpla con los requisitos necesarios para mantener el agua en condiciones óptimas.

Paso 4: Elección y colocación de las plantas acuáticas

Una de las partes más importantes de una piscina natural es la elección de las plantas acuáticas que se utilizarán en la zona de regeneración. Estas plantas son fundamentales para llevar a cabo el proceso de purificación del agua de forma natural y para mantener un equilibrio ecológico en tu piscina.

Opta por plantas acuáticas nativas de tu región, ya que serán las más adecuadas para adaptarse a las condiciones climáticas y a la disponibilidad de agua. Algunas plantas recomendadas incluyen el lirio de agua, el junco, la cola de zorro y la espadaña. Además, puedes añadir plantas flotantes para ayudar a mantener la temperatura del agua y reducir la incidencia de la radiación solar directa.

Distribuye las plantas por distintos niveles de la zona de regeneración, asegurándote de que tengan suficiente espacio para crecer y se encuentren en las condiciones adecuadas de iluminación. También es importante colocar algunas rocas sumergidas en la zona de regeneración para ofrecer refugio a los peces y otros organismos vivos que puedan ayudar en la purificación del agua.

Paso 5: Mantenimiento y cuidado

Aunque las piscinas naturales requieren menos mantenimiento que las piscinas convencionales, todavía es necesario realizar algunas tareas para mantener el agua en condiciones óptimas. Algunas de las tareas de mantenimiento más comunes incluyen:

  • Controlar y ajustar regularmente el pH del agua.
  • Eliminar los residuos y las hojas caídas que puedan acumularse en la superficie del agua.
  • Podar y limpiar las plantas acuáticas, eliminando las hojas y flores marchitas.
  • Controlar el crecimiento excesivo de algas y aplicar tratamientos naturales en caso necesario.
  • Revisar y limpiar los sistemas de filtración periódicamente.

Recuerda que cada piscina es única y que los requisitos de mantenimiento pueden variar según la ubicación geográfica, el clima y la calidad del agua. Siempre es recomendable buscar la asesoría de expertos o profesionales en caso de tener dudas o problemas específicos.

Conclusión

Las piscinas naturales son una alternativa cada vez más solicitada por aquellos que buscan disfrutar de un espacio acuático en casa sin renunciar a la sostenibilidad y al respeto por el medio ambiente. Construir una piscina natural en tu jardín puede ser un proyecto apasionante, que te permitirá disfrutar de un oasis de agua y naturaleza en tu propia casa.

Sigue los pasos descritos en este artículo y verás cómo poco a poco tu piscina natural toma forma y se convierte en un lugar perfecto para relajarte y disfrutar de tus momentos de ocio al aire libre.

Recuerda que la construcción de una piscina debe realizarse de acuerdo a las leyes y normativas vigentes, por lo que te recomendamos consultar la legislación local antes de comenzar. ¡Disfruta de tu piscina natural y haz de tu jardín un lugar aún más especial!

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